Hermandad bomberil, empatía y servicio: La clave fundamental para la recuperación del cuerpo del vigía ambiental José Gallego en el Quindío

Bogotá, junio 25 de 2025

En las entrañas de la Cordillera Central, específicamente en la vereda Navarco Alto, una historia de entrega, hermandad y compromiso se tejió durante seis días de angustia. José Pedro Gallego González, vigía ambiental del Núcleo de Conservación Navarco, desapareció el viernes 13 de junio mientras cumplía con su labor de proteger el bosque. El hallazgo de su cuerpo, tras una compleja operación de búsqueda y rescate, no solo marcó el cierre de una tragedia, sino también un ejemplo profundo de empatía, vocación de servicio y hermandad bomberil.

“El primer llamado”

El primer aviso llegó desde un teléfono celular: el funcionario Alberto Echeverry, de la Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ), alertó al Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Calarcá sobre la desaparición de su compañero, de inmediato, un equipo de cinco unidades, incluido el jefe de turno como comandante de incidente inicial, se movilizó hacia la zona.

Las primeras horas se enfocaron en verificar que Gallego no se encontrara en su vivienda. Tras constatar su ausencia, comenzaron una marcha agotadora de seis horas desde Alto Navarco hasta “La Chiquita”, una zona con torre de comunicaciones. Era el inicio de una búsqueda contra el tiempo, la geografía y las condiciones del clima.

“Proceso de búsqueda”

Desde el 14 hasta el 17 de junio, las operaciones se ejecutaron desde las 5:30 a.m. hasta las 5:30 p.m. La búsqueda, ejecutada en espiral desde el lugar donde se hallaron algunas pertenencias del señor Gallego, abarcó entre 100 y 200 hectáreas de selva montañosa. Cada cuadrante fue rastreado con minuciosidad. Se inspeccionaron cuerpos de agua y senderos utilizados por el guardabosques.

“La estrategia era buscar huellas, indicios. Nada podía dejarse al azar”, relató el teniente Carlos Ocampo, quien asumió el mando el 14 de junio como comandante del incidente.

 “Un baqueano, la clave para el hallazgo del cuerpo”

El día 17 de junio, la esperanza llegó con la participación de William Montoya, un baqueano del sector que conocía la zona como la palma de su mano. Al internarse en el bosque, localizó el cuerpo sin vida de Gallego a las 7:30 p.m.

El día 18 de junio fue dedicado a planear el rescate. El terreno, con altitudes superiores a los 3.000 metros sobre el nivel del mar, exigía una operación meticulosa. El 19 de junio, desde las 4:30 a.m. hasta las 7:30 p.m., se llevó a cabo el rescate del cuerpo con el apoyo del Ejército Nacional y del Cuerpo de Bomberos de Salento.

“Equipos, entrega y emociones”

Las herramientas fueron básicas pero efectivas: camillas tipo sked, machetes, equipos de cuerda y mucha determinación. “Lo más difícil fue el terreno desconocido, el clima, y la sensación de estar solos cuando otras instituciones se retiraron por razones de seguridad”, confesó Ocampo. “Pero nunca pensamos en parar. Nos habíamos comprometido con la familia de José, y la hermandad entre nosotros fue el motor que nos mantuvo firmes”.

Al hallarlo, el equipo experimentó una mezcla de satisfacción y alivio. “Fue alegría por cumplir. No lo dejamos allá, lo llevamos a casa. Como nos lo pidió su esposa, quien entre lágrimas suplicó que lo lleváramos de vuelta’”.

Durante toda la operación, los bomberos mantuvieron contacto constante con la hija de Gallego, informándole cada paso. Fue a ella a quien le correspondió recibir la dolorosa confirmación del fallecimiento. También se le explicó por qué el 18 de junio no hubo búsqueda activa y de qué manera se preparaba el rescate final.

Reconocimiento a nuestros héroes bomberos

Desde la Dirección Nacional de Bomberos, exaltamos el trabajo de más de  20 unidades de los Cuerpos de Bomberos Voluntarios de Calarcá y Salento, quienes con gran determinación y fortaleza participaron en esta misión, dejando en alto el nombre de los bomberos de Colombia. Entre ellos destacan:

• Capitán Javier Rodríguez
• Capitán Javier Serna Jaramillo
• Teniente Carlos Andrés Ocampo
• Teniente Carlos Julio Pineda
• Teniente David Echeverry
• Subteniente Felipe Padilla
• Subteniente Gustavo Rojas
• Sargentos: Néstor Jairo Osorio, Jorge Iván Gómez, Jean Paul Bolaños, Diego Fernando Espada
• Cabos: Cristian Camilo Chacón, Robinson Ciro, Néstor Jaime Araque
• Bomberos: John Jairo Valencia, Juan Pablo Castaño, Juan Sebastián Masso, Rodrigo Osorio, Samuel Valencia, Adrián Marín, Carlos Velandia, Ramiro Pérez, John Alejandro Aguirre, Daniela Bedoya, Leidy Londoño, John Freddy Gutiérrez.

Esta operación dejó una enseñanza profunda: la unión hace la fuerza. La solidaridad entre bomberos, el respaldo de la comunidad y la fe compartida fueron los pilares que permitieron el cierre digno de una tragedia.